Juan A. y Daniel A. asistieron al funeral de su abuela, Mónica Páez, el lunes 17 de marzo de 2025. La mujer, de 70 años, había sido asesinada un día antes por dos sicarios en motocicleta frente a su iglesia cristiana en el sector de Rumipamba, norte de Quito. Los nietos ayudaron a cargar el féretro y, en ese momento, nadie comprendía las razones detrás del crimen.
Cinco meses después, la Fiscalía cerró la instrucción fiscal del caso y determinó que Juan, de 20 años, y Daniel, de 18, son sospechosos de parricidio. Junto a ellos, también figura su padre, Bolívar Alfonso A. P., quien ya cumple una condena de 22 años en la Cárcel de El Inca desde octubre de 2024, además de otras cuatro personas vinculadas al asesinato.
Bolívar Alfonso A. P. había sido procesado en 2017 por la violación de su hijastra y, tras huir a Colombia con sus hijos, permaneció seis años prófugo antes de ser capturado en Cali y extraditado a Ecuador. A pesar de estar en prisión, mantenía contacto con su madre y sus hijos. Juan vivía con Mónica, mientras que Daniel se quedó con su abuelo paterno. El 16 de marzo de 2025, Mónica Páez asistió como cada domingo al culto de su iglesia en Rumipamba. Cámaras de seguridad muestran que dos mujeres la siguieron y entregaron un bulto a dos hombres en motocicleta, uno de los cuales disparó cinco veces contra el vehículo de la víctima. Mónica murió en el lugar, alterando la rutina del barrio residencial.
La investigación policial y fiscal estableció que, tras el asesinato, los sicarios huyeron en moto, mientras que las mujeres implicadas se desplazaron en taxi hasta un cajero automático para retirar dinero de una cuenta a nombre de Juliana P. Esta mujer declaró que prestó su cuenta para operaciones vinculadas con internos de la Cárcel de El Inca. Pericias determinaron que Juan y Daniel realizaron varias transferencias hacia esa cuenta.
Juliana P. vivía con una de las mujeres y con Jhonier Steven A. M., el sicario. Según su testimonio, los nietos habrían actuado bajo las órdenes de un hombre identificado como alias ‘El Doctor’, quien es Bolívar Alfonso A. P. La Fiscalía sostiene que el móvil del crimen habría estado relacionado con propiedades y dinero de Mónica Páez. Al ser detenido, Juan tenía en su poder documentos falsificados relacionados con la defunción y la herencia de su abuela.
Ocho meses antes del crimen, Juan se había mudado con su abuela y conocía sus rutinas, incluyendo su asistencia a la iglesia, lo que habría facilitado la planificación del asesinato. Mientras tanto, Daniel permanece prófugo.
Con la instrucción fiscal cerrada, la familia de Mónica Páez espera la convocatoria a la audiencia evaluatoria y preparatoria de juicio, donde se definirá si Bolívar, sus hijos y los demás procesados irán a juicio. Por su parte, alias ‘El Doctor’ ha negado cualquier participación en el crimen, argumentando que las transferencias de dinero realizadas por sus hijos estaban relacionadas únicamente con sus gastos en prisión.
