La propagación de la gripe aviar en Estados Unidos ha provocado una grave escasez de huevos, una situación que ha afectado directamente los precios y la disponibilidad en el mercado. Miles de gallinas han sido sacrificadas como medida para frenar la propagación del virus, lo que ha reducido significativamente la producción de huevos en todo el país. Como resultado, los precios han aumentado drásticamente, alcanzando los 12 dólares por docena en algunas zonas, y hasta 15 dólares en ciudades como Nueva York.
La alta demanda de huevos ha generado desabastecimiento en supermercados, llevando a varias cadenas comerciales, como Trader Joe’s y Costco, a imponer restricciones de compra. Los clientes se han visto limitados a adquirir solo una docena de huevos por persona al día, con el objetivo de garantizar que más personas puedan acceder al producto. Estas medidas se implementaron debido a las dificultades en la cadena de suministro, que se han intensificado por la crisis sanitaria en las granjas.
Además de la escasez de huevos, la gripe aviar también ha afectado el suministro de carne de pollo, al reducir la cantidad de aves disponibles en el mercado. Esto ha provocado un aumento en los precios de estos productos, creando una presión adicional sobre los consumidores. La situación sigue evolucionando, mientras los mercados intentan adaptarse a los efectos de esta crisis sanitaria que continúa golpeando al sector avícola estadounidense.