El gobierno de Ecuador, liderado por Daniel Noboa, ha lanzado un ambicioso Plan de Comunicación con un presupuesto de 12,3 millones de dólares para 2024, enfocado en alcanzar a 8,6 millones de electores. Este esfuerzo busca mejorar la difusión de mensajes del gobierno a través de múltiples canales, incluyendo televisión, radio, y redes sociales. Sin embargo, el Plan enfrenta importantes desafíos, como la falta de una estrategia clara y la desconfianza generalizada en los medios de comunicación tradicionales.
El Plan Estratégico de Comunicación, actualizado en julio, reconoce que el gobierno no cuenta con una narrativa coherente que defina sus objetivos y mensajes clave. Los analistas advierten que la polarización política actual dificulta la comunicación efectiva con diversos sectores de la población, lo que puede repercutir en la percepción pública y en el apoyo a las iniciativas gubernamentales.
Además, debido a la proximidad de las elecciones, la publicidad estatal está restringida por la ley electoral, permitiendo solo la difusión de información considerada de «importancia nacional». Esto limita las actividades de comunicación del gobierno, que deben ser autorizadas previamente por el Consejo Nacional Electoral (CNE). A pesar de estas limitaciones, la administración de Noboa continúa su esfuerzo por conectar con los votantes en un entorno complejo y desafiante.