Un total de 157 ballenas piloto quedaron varadas en una playa de Tasmania, Australia, en un evento que ha generado gran preocupación entre expertos y rescatistas. A pesar de los intensos esfuerzos por devolverlas al mar, muchas de ellas murieron y las que permanecen con vida en estado crítico serán sacrificadas para evitar su sufrimiento. Este tipo de varamientos masivos ocurre con frecuencia en la región, pero sus causas aún no están completamente claras.
Los científicos creen que estos incidentes pueden estar relacionados con la desorientación de los cetáceos, posiblemente causada por cambios en las corrientes marinas, enfermedades o interferencias humanas. Organizaciones ambientales han pedido más investigación para comprender y prevenir futuras tragedias como esta.