Un raro oso polar fue abatido por la policía en el noroeste de Islandia tras ser considerado una amenaza para los residentes de una remota aldea. El incidente ocurrió el jueves 19 de septiembre, cuando el oso, que no es nativo de la región, apareció cerca de una cabaña, provocando temor entre los habitantes.
Según el jefe de policía de Westfjords, Helgi Jensson, la dueña de la cabaña, una anciana que se encontraba sola, se encerró en el piso de arriba mientras el oso hurgaba en la basura. Tras contactar a su hija en Reikiavik por medio de un enlace satelital, pidió ayuda ante la situación de peligro. La policía, después de consultar con la Agencia de Medio Ambiente, decidió no reubicar al animal, lo que llevó a la fatídica decisión de abatirlo.
Los osos polares, aunque ocasionales visitantes de Islandia, suelen llegar por el derretimiento de hielo marino en Groenlandia. Este avistamiento es el primero desde 2016, y se suma a un incremento de encuentros con osos polares debido al cambio climático y la pérdida de su hábitat natural.
A pesar de que los ataques a humanos son inusuales, el estudio de los osos polares en la región revela que el calentamiento global ha forzado a estos animales a buscar alimento en áreas más pobladas. El oso abatido pesaba entre 150 y 200 kilogramos y será objeto de estudio por parte del Instituto Islandés de Historia Natural.
La situación plantea interrogantes sobre la coexistencia de las especies salvajes y las comunidades humanas, especialmente en un contexto donde los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes.