La jueza federal que preside el caso de los documentos clasificados del expresidente Donald Trump en Florida desestimó este lunes la acusación, poniéndose del lado de los abogados defensores que dijeron que el fiscal especial que presentó los cargos fue designado ilegalmente.
La decisión de la jueza federal de distrito Aileen Cannon supone una conclusión sorprendente y abrupta para un caso penal que, en el momento de su presentación, era considerado ampliamente como la más peligrosa de todas las amenazas legales que enfrentaba el expresidente republicano.
Trump enfrentaba decenas de cargos de delitos graves que lo acusaban de acumular ilegalmente documentos clasificados en su propiedad de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, y de obstruir los esfuerzos del FBI para recuperarlos.