Los cruces de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México han caído a sus niveles más bajos desde 2020, con aproximadamente 54,000 encuentros registrados en septiembre, según datos federales. Este descenso se atribuye a una medida ejecutiva de la administración Biden que restringe la solicitud de asilo y impone sanciones a los cruces ilegales.
En medio de un tenso ciclo electoral, la seguridad fronteriza ha cobrado protagonismo. La vicepresidenta Kamala Harris visitó la frontera y adoptó una postura más estricta en el manejo de la inmigración, buscando cerrar la brecha con el expresidente Donald Trump, quien ha culpado a su administración por la crisis fronteriza.
Las autoridades afirman que, aunque los cruces ilegales han disminuido, es crucial mantener un enfoque equilibrado que incluya cumplimiento de la ley y vías legales para la migración.