Cada vez más jóvenes entre 25 y 45 años están sufriendo infartos, y no siempre por fumar o beber alcohol. Según especialistas, la vida moderna —estrés constante, mala alimentación y falta de descanso— está afectando la salud del corazón sin que nos demos cuenta.
Señales tempranas que no debes ignorar
Un año antes de un infarto, el cuerpo puede empezar a mandar advertencias:
- Fatiga constante, incluso durmiendo bien.
- Falta de aire al subir escaleras.
- Dolor en la espalda o brazo izquierdo.
- Hinchazón en los tobillos.
- Ansiedad o sudoración sin motivo aparente.
El problema es que muchas personas confunden estos síntomas con “estrés” o cansancio normal, y cuando identifican que se trata del corazón, puede ser demasiado tarde.
Factores que están enfermando corazones jóvenes
La combinación de hábitos poco saludables está pasando factura:
- Comida ultraprocesada y exceso de azúcar.
- Consumo de alcohol y tabaco.
- Vida sedentaria y falta de actividad física.
Cómo prevenir un infarto
Cambiar ciertos hábitos puede mejorar significativamente la salud del corazón:
- Realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física.
- Dormir mínimo 7 horas sin pantallas antes de dormir.
- Priorizar alimentos naturales y reducir ultraprocesados.
- Hacerse chequeos médicos y exámenes básicos anualmente.
“El cuerpo da señales, pero depende de cada persona escucharlas”, advierten los especialistas. La prevención es clave para mantener un corazón sano y evitar complicaciones graves.
Aviso: Este contenido tiene fines informativos y de concientización. No sustituye la evaluación médica profesional. Ante cualquier síntoma, consulte de inmediato a un médico o cardiólogo certificado.

