Las Islas Galápagos, junto a Malpelo (Colombia), Clipperton (Francia) y Revillagigedo (México), se destacan por mantener algunas de las mayores poblaciones de tiburones del mundo, incluyendo al críticamente amenazado tiburón martillo común (Sphyrna lewini).
Un estudio reciente, liderado por la Fundación Charles Darwin y National Geographic Pristine Seas, revela que estas islas oceánicas funcionan como refugios y sitios de crianza para tiburones y otros grandes depredadores marinos, mientras que las áreas marinas protegidas continentales muestran una notable disminución de estas especies debido a la pesca insostenible.
Pelayo Salinas, investigador principal de la Fundación Charles Darwin, señaló que estas zonas ofrecen “una ventana al pasado, donde los tiburones y grandes peces depredadores son la norma y no la excepción”. Simon McKinley, autor principal del estudio, añadió que “estas áreas permiten que los animales vivan sin perturbaciones, protegiendo comunidades marinas que desaparecen rápidamente en otros lugares”.
El estudio se realizó mediante estaciones de video submarino remoto con carnada, que permitieron registrar juveniles en Clipperton y adultos en otras islas, demostrando el papel clave de cada área marina protegida en la conservación de las especies.
Los expertos concluyen que proteger estas zonas es fundamental para mantener océanos saludables y frenar la pérdida de biodiversidad marina en el Pacífico Este Tropical.

