El embalse de Mazar, en la provincia de Azuay, es clave para regular el sistema energético de Ecuador y ha comenzado a experimentar racionamientos de energía debido a la severa sequía que afecta al país, según el Ministerio de Energía y Minas.
La represa de Mazar alimenta al Complejo Hidroeléctrico Paute Integral, compuesto por las centrales Mazar, Molino y Sopladora, que generan un total de 1.757 megavatios (MW) para el sistema nacional interconectado. A pesar de las dificultades, el embalse ha logrado una recuperación de 1,6 metros, alcanzando una cota de 2.117,8 metros sobre el nivel del mar.
El ministro de Energía, Antonio Goncalves, explicó que los racionamientos son necesarios para mantener el control del embalse y garantizar la predictibilidad de los cortes de luz. Además, destacó que la central Coca Codo Sinclair ha contribuido a la generación de energía, mitigando algunos cortes programados en diversas ciudades.
La situación actual implica un manejo cuidadoso de los recursos del embalse para asegurar que no se agoten las reservas y se continúe operando eficazmente las centrales hidroeléctricas del país.