La policía peruana llevó a cabo una operación significativa en el norte del país, resultando en la incautación de 1,2 toneladas de aletas de tiburón. Este cargamento, que iba a ser exportado ilegalmente a Asia, fue encontrado en los almacenes de Pacific Products Fishing & Foods en Tumbes, cerca de la frontera con Ecuador.
Según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), el decomiso incluyó aletas secas de diversas especies de tiburón. La empresa exportadora no contaba con la documentación necesaria para validar el origen legal del producto, lo que llevó a las autoridades a intervenir.
Las aletas de tiburón son altamente valoradas en algunos mercados internacionales, especialmente en Asia, por sus supuestas propiedades afrodisíacas y beneficios para la salud. Sin embargo, la pesca y comercio ilegal de estas aletas representan una amenaza grave para la biodiversidad marina. Organizaciones ecologistas han señalado que esta práctica está afectando negativamente a las poblaciones de tiburones y a la salud de los ecosistemas marinos.
El Movimiento Ecologista del Perú ha expresado su preocupación por el impacto ambiental de la pesca ilegal de tiburones y ha instado a un control más riguroso del comercio de productos derivados de estos animales. En 2022, una cumbre internacional sobre comercio de especies amenazadas aprobó una resolución para la protección de tiburones, destacando la importancia de abordar estos desafíos globales.
La operación también refleja la colaboración entre diferentes entidades, incluyendo la policía y el ministerio de la Producción, para combatir el tráfico ilegal y proteger la vida marina. La información sobre el cargamento incautado subraya la necesidad de continuar con esfuerzos de vigilancia y protección para asegurar la conservación de estas especies en peligro.