
La noticia se conoció la noche del 13 de marzo de 2023. María de los Ángeles Duarte, condenada por corrupción, ‘escapó’ de la embajada de Argentina, en Quito, en dónde se había refugiado desde el 12 de agosto de 2020.
Según la versión oficial, el canciller argentino, Santiago Cafiero, se comunicó con el canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, y le manifestó que Duarte salió de la embajada “sin conocimiento del personal” de esa dependencia.
En un comunicado publicado en sus redes sociales, Duarte aseguró que “decidí dejar la embajada porque, al negarme el salvoconducto que me correspondía como asilada política, el Gobierno ecuatoriano me convirtió en su rehén política”. Agregó que “tuve que salir bajo riesgo, pero ejercí el derecho que me asistía”.