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Cuando todo hacía pensar que el cero se imponía en la noche del estadio Lusail Iconic, Lionel Messi cambió la historia de un encuentro con mucha tensión pero pocas emociones.
Con un disparo rasante a los 20 minutos del segundo tiempo, imposible de atajar para Guillermo Ochoa, el capitán argentino le dio la primera alegría a la albiceleste luego de la sorpresiva derrota en primera ronda con Arabia Saudita.
Con su gol, Messi llegó a la cifra de ocho goles mundialistas, la misma de Diego Armando Maradona, dos años y un día después de la muerte del gran astro argentino.
Enzo Fernández completó la fiesta sudamericana con un soberbio tanto cuando se terminaba el partido.