
La falta de limpieza en el estero es evidente. En el sitio se encuentra toda clase de basura: botellas y fundas de plástico, cascaras de frutas, tarrina de comida, animales muertos y la lista continúa. La situación se da en el barrio de Cisne ubicado en la parroquia Febres Cordero.
“Esto es un paraíso que Dios nos ha dado, pero la gente sigue botando basura, no entiende que causa daño a la flora y fauna del estero” expresó Jorge Bello, morador del sector, quien también afirma que la recolección de basura es constante.
Para la ciudadanía como estrategia, se debería colocar cámaras de seguridad, de esta manera se podría identificar y multar a las personas que botan basura. A esto se suma la indiferencia de las autoridades quienes no tienen control de la zona.
Las invasiones es otra de las problemáticas, pues mucho de los habitantes utilizan cúmulos de basura como base para que sus casas no sean arrastradas por el salado.