Alrededor de 14.800 buses escolares a nivel nacional podrán acogerse a la extensión por cinco años de la vida útil de sus automotores, esto tras la aprobación de un criterio jurídico al amparo de las reformas a la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.
Esta medida busca aliviar las pérdidas económicas generadas por la pandemia de COVID-19, que dejaron sin trabajo al 80% de la flota vehicular de esta modalidad desde marzo del 2020.
A través de memorando número ANT-DAJ-2021-3350, emitido el 8 de diciembre, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Tránsito, Adrián Castro, comunicó a los municipios que los vehículos de transporte escolar desde el año de fabricación 2001 en adelante “cuentan con el derecho a ser beneficiarios de la ampliación de la vida útil” como señala la reforma a la Ley de Tránsito, lo que permitirá matricular sus unidades sin tener que renovarlas de manera inmediata.
El transportista escolar Manuel Ayala, quien tiene una buseta escolar adquirida en el 2001, comenta que al intentar matricular su vehículo para poder prestar servicio con el retorno a clases le comunicaron que este había cumplido su vida útil (20 años) y que para poder seguir trabajando tenía que comprar una nueva unidad.
El director ejecutivo de la ANT indicó que esta decisión es “ante todo solidaria con quienes han sido afectados por la pandemia”
