
La canciller Angela Merkel tuvo su despedida militar, una ceremonia tradicional que anticipa el final de su mandato de 16 años.
En un discurso previo al evento, la mandataria saliente hizo un llamamiento a todos los alemanes para que enfrenten al odio.
Recibió un ramo de rosas rojas, un tradicional y controvertido desfile militar y música punk de su generación.
«Nuestra democracia también vive del hecho de que allí donde el odio y la violencia se consideran un medio legítimo para perseguir los propios intereses, nuestra tolerancia como demócratas tiene que encontrar su límite», afirmó Merkel.
Debido a la pandemia, el evento se celebró en el Ministerio de Defensa, y no en un lugar más público. Empezó con el tradicional desfile de soldados portando antorchas, el ‘Zapfenstreich’ o ‘toque de retreta’, que es el máximo honor militar destinado para despedir a altos cargos del país. La celebración fue instaurada en 1838 por los prusianos y sigue siendo controvertida hasta la actualidad porque Adolf Hitler la adoptó en su tiempo. Algunos alemanes siguen identificando ese desfile con el nazismo.