
Cada vez son más los países que toman medidas de urgencia ante la nueva cepa de coronarivus Ómicron, detectada por primera vez este mes en Botsuana (África).
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya reconoció este viernes la variante, anteriormente denominada B.1.1.529, como una «variante preocupante», dando prioridad a su seguimiento y a su investigación a escala mundial.
En cuanto a las peculiaridades de Ómicron, de momento se sabe que presenta una gran cantidad de mutaciones, más de 30 solo en la zona que codifica la proteína espiga (S). Algunas de las mutaciones detectadas están presentes también en las variantes ya conocidas, como Delta y Alpha, y están asociadas a una mayor transmisibilidad y evasión de las defensas del sistema inmune, como los anticuerpos.