
La Organización Internacional de Policía Criminal, más conocida como Interpol, eligió ayer jueves como nuevo presidente para sus próximos cuatro años a Ahmed Naser al Raisi, un general de Emiratos Árabes Unidos (EAU) acusado de torturas y con varias investigaciones abiertas en distintos países europeos.
Aunque este cargo es ceremonial ha encendido las alarmas de organizaciones de derechos humanos y representantes políticos ante lo que consideran un progresivo control y abuso de esta organización de cooperación policial internacional por parte de regímenes autoritarios.
La elección de Raisi se llevó a cabo durante la Asamblea General de Interpol que se celebra estos días en Estambul. En votación secreta de los delegados a la asamblea y ya en la tercera ronda, el emiratí recibió cerca del 70% de los apoyos, imponiéndose a la checa Sárka Havránková, vicepresidenta de Interpol para Europa y que, precisamente, había hecho campaña para que, tal y como señalan los estatutos de la organización, esta respete la Declaración Universal de los Derechos Humanos.