
El presidente de EE UU, Joe Biden, ha calificado este jueves de “héroes” a los 12 soldados estadounidenses que perdieron la vida en el doble atentado suicida perpetrado hoy por el Estado Islámico en torno al aeropuerto de Kabul. “Héroes comprometidos en una misión que salva vidas, como las de las más de 100.000 personas, entre ciudadanos estadounidenses y afganos, que han sido evacuadas en los últimos 11 días” de Afganistán, señaló, resaltando el buen ritmo de la repatriación. “Quienes han perpetrado este atentado y cualquiera que desee el mal a Estados Unidos, deben saber esto: no vamos a perdonar ni olvidar. Vamos a perseguiros y a haceros pagar por esto”, prometió con la voz quebrada por la emoción, un tono que recorrió buena parte de su discurso.
El veterano demócrata recordó los riesgos de la operación, como ha venido haciendo las últimas semanas. “Éramos conscientes de que esta era una misión extremadamente peligrosa; en las últimas semanas, fuimos advertidos repetidamente de las amenazas [de ataque] por parte del Estado Islámico-Khorasan”, o ISIS-K en sus siglas inglesas, la rama local de la organización yihadista, responsable de algunos de los peores atentados en Afganistán.
El mandatario confirmó lo adelantado desde el Pentágono por el jefe del Estado Mayor, general Kenneth McKenzie: que el operativo de evacuación, que está previsto concluya el próximo martes, se completará sin plantearse siquiera la opción de adelantar su cierre. “Podemos y debemos completar esta misión, y lo haremos”, sentenció. “Eso es lo que he ordenado, en contacto con los mandos sobre el terreno, con nuestros oficiales en Kabul, Doha o el Pentágono. No nos vamos a dejar intimidar por los terroristas, continuaremos hasta el final”.