
El papa Francisco, que se sometió a una cirugía de colon el domingo, tiene una salud relativamente buena para una persona de 84 años, a pesar de que le extirparon parte de un pulmón durante su juventud.
Hasta ahora, sufría sobre todo por una ciática crónica que le causa dolores en las caderas y, en ocasiones, lo ha obligado a renunciar a ceremonias oficiales.
Tras ser operado el pasado domingo, este martes el papa Francisco comenzó a caminar poco a poco como parte de su recuperación.
El sumo pontífice “descansó bien durante la noche y esta mañana (martes) desayunó, leyó algunos diarios y se levantó para caminar”, según un comunicado del portavoz, Matteo Bruni, que añade que los exámenes que le han practicado “son buenos”.
El papa fue sometido a una “colectomía izquierda” (extirpación de una parte del colon), había informado el Vaticano el lunes, explicando que la operación estaba programada con el fin de curar una “estenosis diverticular sintomática del colon”.