
El COVID-19 es una enfermedad que trae angustia a los pacientes y sus familiares, quienes no solo tienen que lidiar con la incertidumbre de la enfermedad sino con los costos que está genera.
Ana Aguilar cuenta que su esposo se contagió y para ingresarle un hospital privado le pidieron una garantía de 10 mil dólares, pero como no tenía, debió hacer un préstamo, indica que durante las primeras 11 horas de permanencia en esta casa de salud ya tenía una cuenta de 2 mil dólares, factura que además el hospital se negó a desglosar.
Frente a estos costos decidió llevarle a un hospital público, allí a pesar de recibir todas las atenciones, su esposo falleció luego de varios días, Ana indica que la casa de salud privada se negó a entregar de forma inmediata la garantía, dinero que necesitaba para cubrir los gastos funerarios.
Pero no es un caso aislado, los altos costos hacen muchos familiares peregrinen junto a sus enfermos y deban acudir al sector público.
Desde la Defensoría del Pueblo también se cuestiona al sistema de salud privado, pues las garantías y costos son exorbitantes.
Por lo que exhorta al gobierno a establecer un techo de costo y considerar un manejo diferenciado pues el país vive una pandemia.
Con información de Ecuavisa