
Estados Unidos comenzó este sábado a preparar las primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNTech, un día después de que el regulador de medicamentos aprobara su uso de emergencia, con lo que se da paso a una fase compleja que intentará realizar las primeras inoculaciones a varios millones de personas a partir del lunes.
Estados Unidos es el sexto país, tras Arabia Saudí, Baréin, Canadá, México y Reino Unido, que autoriza el uso de la vacuna de Pfizer y la alemana BioNTech, que ha demostrado en pruebas clínicas con 44.000 voluntarios una efectividad del 95 % contra la COVID-19.
Bajo el acuerdo entre Pfizer y el gobierno estadounidense, dentro de la Operación Warp Speed para obtención de terapias contra la covid en tiempo récord y que ha dedicado más de 10.000 millones de dólares a la vacuna anticovid, la farmacéutica proveerá 100 millones de dosis de su vacuna hasta marzo libre de coste para los estadounidenses.