
Para la vicepresidenta ecuatoriana María Alejandra Muñoz, la desnutrición es la primera discusión ética que debe tener el país, ella busca implementar una estrategia que tenga el apoyo de la cooperación internacional y de la empresa privada con el fin de reducir las altas cifras de desnutrición crónica en menores de 0 a 5 años en cantones como Santa Elena, La Libertad, Guamote,, Guaranda, Taisha y Arajuno. Aproximadamente serán 30.000 niños los beneficiados.
En América Latina y el Caribe, Ecuador se ubica en el segundo lugar entre los países con mayor índice de desnutrición crónica de menores de edad. Esto podría aumentar del 23% al 27% debido a los estragos económicos de la pandemia.
La alimentación deficiente conlleva a que los menores de edad sufran deficiencias en el desarrollo cerebral, la reducción de destrezas que dependen de motricidad fina y gruesa, además de la dificultad en el proceso de aprendizaje.
La vicepresidencia trabaja en la implementación de comedores comunitarios para combatir el hambre, sumado a esto la Presidencia presentó la semana pasada el Bono de Apoyo Nutricional, lo que representa una ayuda de $240, la que se entregará por única vez.
para la segunda mandataria la llegada del Covid-19 produjo un retroceso de 10 años en cuanto a la reducción de las brechas sociales en el país. «La desnutrición crónica infantil es un tema superado en la región pero Ecuador registra índices elevados», dijo la segunda mandataria.
Por lo que para los entendidos resulta entendible que se las acciones emprendidas sean puntuales para paliar el hambre y la desnutrición, cabe recordar que al presente Gobierno le quedan tan solo 8 meses de gestión.
María Alejandra Muñoz sostuvo que es importante que el nuevo Gobierno mantenga como una meta la lucha en contra de la desnutrición crónica infantil.