
Tras la pandemia, los intereses por una vivienda han cambiado de manera significativa, desde las mayores ciudades del mundo hasta las más pequeñas en Ecuador.
El confinamiento ha hecho que las personas cambien las grandes urbes por viviendas en el campo, convirtiéndose esta en la nueva tendencia inmobiliaria. Propiedades ubicadas en las afueras de la ciudad, con mayor tranquilidad, lejos de la congestión vehicular, cielos despejados y estar en contacto con la naturaleza, es lo que buscan los ciudadanos tras el Covid-19, según Isabel Wagner, expresidenta de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces del Guayas Y asesora inmobiliaria.
“La tendencia es tener ciudadelas donde haya seguridad, pero que compartan 10, 15, 20 familias. En otros países hacen una casa club y tienen algo de cancha y al mismo tiempo tienen sus fincas alrededor. La gente no ha pensado en este momento, en la gran oportunidad que nosotros tenemos de vivir en áreas verdes”.
En Guayaquil las búsquedas de casa en la ciudad han descendido en gran porcentaje, y Wagner asegura que las áreas verdes fuera de la ciudad son la preferencia de ahora para vivir.
“Luego de la pandemia que nos ha puesto en un estado de inseguridad total, en cuanto a cuál va a ser el futuro que se va a desarrollar de aquí en adelante en el tema inmobiliario, el futuro de nuestras vidas. La tendencia es la búsqueda de casas con áreas verdes y espacios abiertos, lo que buscan ahora es salud”
Este es el nuevo estilo de vida que han adaptado otros países como EE.UU, Argentina. En el caso de Ecuador, Wagner dice que ya existe esta tendencia. Las fincas urbanas, como las llama la asesora inmobiliaria por ser espacios abiertos campestres, pero que cuentan con elementos y herramientas claves de una vivienda de ciudad para desarrollar diversas actividades, y que están a no más de 40 – 60 minutos de la ciudad, no son comunes en la región costa; pero en la sierra dice Wagner son tradicionales. Por el contrario a Guayaquil, que debido a su cultura y estilo de vida, han estado acostumbrados a vivir en conjunto y compartir servicios.
“El estar en el departamento o casa con el vecino amigo, es muy de Guayaquil, no del país. Porque en Quito por ejemplo a la gente si le gusta vivir en fincas, sus fines de semana se reúnen en la fincas, donde la belleza natural se aprovecha al máximo; que es también el caso de otros países en ciudades de Argentina y EE.UU, como Nueva York (North y SouthHampton, Connecticud) países donde sus ciudadanos buscan zonas suburbanas para vivir fuera de la ciudad”.
La corredora de bienes raíces dice que no es como han pensado por años los ciudadanos en Guayaquil, que estas zonas por ser más económicas y estar fuera de la ciudad, son menos “chic”. Wagner, dice que por el contrario son tierras que con el tiempo van a tomar mayor valor.
Por ahora la situación se quiere revertir, en vista de la compleja situación sanitaria se quiere cambiar este estilo de vida y buscar viviendas fuera de la ciudad, donde la menor contaminación posible es igual a mejor calidad de vida. Por ejemplo viviendas en ubicaciones estratégicas como en vía a la costa, un sector en crecimiento y que ya promete ser una zona ecoturística y amigable con el medio ambiente, según Wagner.
“Vía a la costa definitivamente tiene mucho potencial, porque puedes tener una finca cerca de Guayaquil, que al mismo tiempo le dé a la persona para llegar a su empresa, y al mismo tiempo le permite vivir en un sitio más abierto ”
Estudios dictan que apartamentos de una habitación y pisos compartidos se han comenzado a vaciar. La pandemia ha descubierto la avaricia endémica de muchos propietarios que durante años, se han aprovechado de la alta demanda para ofertar “lugares pequeños” disfrazadas de lugares habitables a precios elevados.
Pero, quién quiere habitar en un departamento pudiendo pagar menos por una casa con jardín en las afueras de urbe.
“Usted puede encontrar al mismo precio que paga un terreno dentro de la ciudad de 600 metros, uno de 10 mil metros – 1 hectárea, en zonas que están muy cerca de la ciudad, cerca del carretero de vía a la costa. En estos momentos la tendencia es reunirse en grupos pequeños, con personas con quien compartes intereses, pero que puedas estar viviendo de una manera más relajada y natural”.